La tienda de enfrente de casa era de ultramarinos para la élite.
Costaba una manzana lo mismo que un kilo en el almacén de Paco Posturitas. Las
judías verdes, casi colocadas como persianas, y unas naranjas, perfectamente
redondas, te indicaba que la naturaleza que allí se exponía, estaba recolectada
por un matemático, que solo cogía los frutos perfectos, en su tamaño y color. A
pesar de todo, nadie se ocupó de arreglar la acera, que exhibía una serie de
protuberancias que dotaban al paso por delante de ese comercio de cierto
peligro, ya demostrado por un número excesivo de accidentes.
Fabián Madrid
Muy bien tu relato jugando con las palabras y la imagen. Por un momento creí que la tentación eran las frutas del escaparate hasta que me diste la sorpresa final.
ResponderEliminarUn beso.
También creía que las frutas serían la tentación.
ResponderEliminarFabián te has quedado con el personal.
Si creo que has hecho un buen juego de palabras y de intenciones , pq a parte de tener un buen expositor de bellos manjares , podría a ver tenido un detalle por la acera , para que sus clientes no tuvieran ningún accidente .
ResponderEliminarUn feliz verano y un abrazo.
Si que parecía que la tentación iba a ser la fruta , fue una sorpresa el final.
ResponderEliminarBesos.
Esta visto q lo exquisito no puede estar solo dentro de la tienda,un mal acerado hace que se pueda caer a las puertas de la tentación. Un texto fuera de lo común jjjaaaa.
ResponderEliminarUn beso
Esta visto q lo exquisito no puede estar solo dentro de la tienda,un mal acerado hace que se pueda caer a las puertas de la tentación. Un texto fuera de lo común jjjaaaa.
ResponderEliminarUn beso
Se me ocurre que cada detalle del texto es real... y que ya son varias las veces que te vas tropezando jejeje
ResponderEliminarUn abrazo
Posar la vista en lo atractivo puede ser de riesgo
ResponderEliminarSaludos
Es bueno el texto y deja lugar a la imaginación.
ResponderEliminarDonde haya buen género ¡prohibido tropezar Jueveros!
Saludos
A veces las cosas tan perfectas son las menos tentadoras. Sobre todo si para llegar a ellas se puede tener un accidente. Un relato original! Un abrazo.
ResponderEliminaroriginalísimo!!!
ResponderEliminarcasi siempre me sorprende tu pensamiento.
un beso!
Ja,ja,ja....muy bueno lo de caer (literalmente) en "la tentación" (también literalmente). Me he quedado con cara de admiración por tu ingenio y con una sonrisa en la cara imaginando la cantidad de personas que habrán caído.
ResponderEliminarUn beso
A veces la tentación es un gran traspiés... En este caso, el doble juego de caerse está bien logrado. Pero es cierto que no todo es perfecto... Y ante la tención... pues caes o te mantienes lejos... Y mira que la tienda ya era motivo de alejamiento :-) :-)
ResponderEliminarUn beso.