Aquella noche no fue nada
especial para mi. El trabajo había sido tan aburrido como todos los días...
hasta que oí un ruido en la parte de atrás. Suelen ser gatos en los cubos de
basura. Miré por la ventana y todo parecía normal, busqué algo que cambiara mi
día. Esperé y descubrí un bulto negro entre los cubos, más grande que un gato,
pero más pequeño que una persona. Cuando vi extenderse en la penumbra un
pañuelo de papel, después desaparecer, y a continuación el bulto con su capa
salir corriendo, me acordé de que ese día era Halloween.
Fabián Madrid
Más Halloween en el blog de Teresa
Genial como siempre.
ResponderEliminarMe complace leerte.Calmo y sabia
ResponderEliminarbesos
Hola, Fabián:
ResponderEliminarMe ha gustado la atmósfera que has creado.
Un abrazo.
Tan sencillo como genial. A veces no hace falta extenderse. A veces solo es necesaria la brevedad para crear una gota de lindeza.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, Fabián.
ResponderEliminarA mí, que me enrollo como las persianas y con una mínima capacidad de síntesis, me ha parecido que has logrado lo que se pretendía. Nos has llevado en pocas lineas y con intriga a imaginar cuál pudiera ser la causa de la desazón del protagonista. No nos has dejado con la duda. Enhorabuena.
Un abrazo.
Fabían siempre me sorprendes que en tan pocas líneas nos dejas verdaderas joyas y hoy no has faltado a tu estilo .
ResponderEliminarUn abrazo .
Es que eres un artista con las letras!! Lo bueno y breve mil veces bueno. Besos.
ResponderEliminarMuy bueno. Mantienes la intriga hasta el final
ResponderEliminarSaludos
Muy bueno. Mantienes la intriga hasta el final
ResponderEliminarSaludos
El miedo a lo desconocido forma parte de la naturaleza humana, cuando lo que nos hace daño siempre es real y tangible. Un magnífico relato Fabian.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
En halloween puede suceder de todo.
ResponderEliminarUn abrazo
¿Un niño pidiendo caramelos? Inquietante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, me quedo con la duda de saber qué era...lo del pañuelo de papel me deja perpleja!
ResponderEliminarUn beso
Vas dejando que nos formemos un final apetecido. Pero no, rompes el esquema y dejas correr la imaginación. Sería alguien que siempre nos vigila.
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