Ahora que voy a tu encuentro, rememoro tu aroma, el que exhalas
en los momentos de mayor agitación.
Recuerdo la última vez, cómo tu olor y tu sabor se quedaban
impregnados en mis fosas nasales, para luego llegar a los labios y confundirse
con mi saliva hasta ser uno solo.
Ese que voy saboreando ahora, el que llevo anclado en mi
mente. Rememoro cuando me lanzo de boca. Y te bebo sin control. Hasta quemarme.
Hoy, uno de esos días catorce que es cuando mejor sabes.
Ese día catorce, en Cuarto Creciente, que es cuando mejor se
recolecta el tomillo.
Fabián Madrid
Más efluvios en el blog de Dorotea
jeje me encantó ese doble sentido que le diste al texto.
ResponderEliminar=)
Un fuerte abrazo
Fabián, ese final de catorces y tomillo me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn relato engañoso o sino será el tomillo que es muy sugerente.
ResponderEliminarUn saludo.
Si es que el tomillo y su olor inspira relatos geniales como el tuyo. Abrazuco
ResponderEliminarNada es lo que parece... Al final, lo que bien huele, mejor sabe.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Un giro inesperado al final del texto... me gustan mucho esos giros donde al final nada es lo que parece...
ResponderEliminarBesines...
Vaya, y yo que pensaba que era un relato cuasi-erótico...
ResponderEliminarMe alegra volver a leerte de nuevo.
Un beso
Ainssss qué bien ese doble sentido! ...casi casi creí relatabas otra cosa ...jajajaja!
ResponderEliminarMuy bueno de verdad.
Un beso.
....podría ser parte de una historia llamada "Tomi y yo"...pero claro..no es...solo es el singular tomillo....besos
ResponderEliminarCreo que me he ido por la libre, al final nos damos cuenta que nada es lo que parece.
ResponderEliminarUn beso Fabián
El amigo Tomillo, su primo Romero y el guardia Hinojo... Qué bien nos confundes y fundes el sentido con la fantasía! Gracias por participar. Un beso.
ResponderEliminarFabián, mañana que voy al campo a caminar y coger espárragos, pasaré por un paraje donde el tomillo (de una excelentísima calidad) abunda. Mientras recolecte un poco me acordaré de tí y ese giro final sorprendente con el que nos has deleitado.
ResponderEliminarUn abrazo.
He buscado las propiedades de esa planta y he comprado una cajita de infusiones...
ResponderEliminarMuy inspirado este olor.
Besos.
He tenido que imaginármelo... ¡Lo que nos perdemos algunos, por no frecuentar el campo!
ResponderEliminarEntiendo la pasión, y la ansiedad para que pronto llegue el catorce.
Abrazos
Olores y sabores, amigo...un relato apasionado, lleno de sensaciones que termina dejando otro poso de olor y relajante de tomillo y de luna...muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo
El olor del tomillo y su sabor, olor de libertad y olor de campo, me ha gustado, besos.
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