Nuestro
color es… el lila tibio, el color de las flores que rodean tu cabeza cuando te
mimetizas en el prado. El naranja lábil; ese que reflejan tus mejillas en las
puestas de sol entre los pinos. El verde que dibujan las algas marinas en tu
cara, esos dibujitos que me hacen quererte más. El negro de tu sombra chinesca
desde la parte de atrás del cine de verano…
Pero
no podemos contarle al mundo nuestros colores; será por la edad, la posición
social o el parentesco. Lo cierto es que empiezan a pesar tanto silencio y
tanto color alegre.
Fabián Madrid
Más colores y
silencios en el blog de María José
Será hora de liberarlos!
ResponderEliminarLindo texto.
Un abrazo
Un mundo de color sereno y delicado el de este silencio,que como dice Mónica habrá que liberarlo para q la carga sea más libiana. Sentido y poético texto.
ResponderEliminarBesos.
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