Admiro
tu edad, tu apariencia, tu cuerpo y lo que has conseguido. Eres templada,
suave, reposada, plena y libre. No te enfadas con la vida que te ha tocado
vivir; algunas veces buena, otras con sus tropiezos. Eres capaz de mostrar tus
sentimientos e ideas sin importarte la cara que ponemos los demás. Esto
contrasta con el ímpetu de mi juventud, con lo rápido que transcurre mi vida, y
con la urgencia que tengo de acercarme a ti y ser parte de tu cuerpo. Veinte
años, para mí son muchos, aunque me falten unos meses para la mayoría de edad.
Fabián Madrid
Más fotos en el blog de Roxana
Una descripción escueta a la que no le falta ni le sobra una coma. Me gustó mucho.
ResponderEliminar¡Hola! Qué bonita esa manera de retratar personalidad fuerte y sin miedos, por la experiencia. Muy bonito.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Precioso repaso a una personalidad con todo lo bello que resaltas en ella .
ResponderEliminarUn abrazo y feliz semana.
Has escrito con la sapiencia que da la edad.
ResponderEliminarUn beso.
Precioso! No cuentan los años como números en la vida, más bien la edad es una sucesión de hechos y experiencias vividas. Un abrazo.
ResponderEliminarLa madurez y la sabiduría no necesariamente se conocen con el avance del calendario. Un abrazo
ResponderEliminarBella y sencilla forma de describir la personalidad del personaje,no te hizo falta artificos,directo y claro,justo en las palabras. Es un texto pausado,cálido y siendo solo cien palabras queda claro lo que expones.
ResponderEliminarUna maestro señor Fabián.
Un abrazo
Bella y sencilla forma de describir la personalidad del personaje,no te hizo falta artificos,directo y claro,justo en las palabras. Es un texto pausado,cálido y siendo solo cien palabras queda claro lo que expones.
ResponderEliminarUna maestro señor Fabián.
Un abrazo
Me gustó tu micro, escueto, pero concreto, con una perfecta descripción de las dos personalidades.
ResponderEliminarUn abrazo
Me gusta mucho tu relato! o mejor esta reunión de palabras y lo que expresan, se complementan breves con esa imagen que, entiendo como plenitud, reposo y sin edad comparada con el agua del lago y el ímpetu, la juventud con el muelle...
ResponderEliminarBeso grande
Entiendo esa fascinación que nos produce la naturaleza, a la que deseamos retornar saliendo en cada pausa que nos permite nuestra agitada vida.
ResponderEliminarAbrazos.
Coincido con Neogéminis en que la experiencia, la serenidad, la sabiduría no siempre son producto del paso de los años, sino del cúmulo de vivencias que atesoramos. Independientemente de la edad, quedan muy bien perfiladas ambas personalidades. Pausada, templada, experimentada una de ellas, impetuosa, pasional y desbordante la otra.
ResponderEliminarUn abrazo.