La
mujer del César quería conocer a todos los miembros del ejército. La única
posibilidad que tenía era ser la esposa del máximo general. Por eso se empeñó y
lo consiguió. Al principio tuvo que dedicarse solo a su marido, pero cuando la
cosa empezó a aflojar, ella entendió que había llegado su momento. No le
importaba pasear entre los soldados, para provocarles, sentir sus miradas…
Después desaparecía detrás de alguna tienda. Cuando volvía a sus paseos, lo
hacía con la cabeza alta.
Solía
decir a su marido: La mujer del César no sólo debe ser honesta, sino además
parecerlo.
Fabián Madrid
Más posverdades en el blog de Juan Carlos
En ese caso particular, la posverdad tiene un sentido. Ella consiguió lo que deseaba y no encuentro nada de malo en ello. Los soldados satisfechos, ella satisfecha y altiva.
ResponderEliminarBien contado.
Saludos.
un poco peligrosa la cuestión para los que "anduvieran" con la esposa del capo de todos ja.... saludos....
ResponderEliminary yo me lo creo... qué voy a hacer, más si me lo cuentan así!!! ;)
ResponderEliminarbesos
Esa es una historia que se ajusta al tema de hoy ..pq quien sabe si fue verdad o mentira ..
ResponderEliminarComo siempre Fabian nos sorprendes de muy grata manera.
Un abrazo y feliz noche.
Ay, ayayay con la mujer del César.
ResponderEliminarBuenos días, Fabian.
ResponderEliminarTu relato aviva en mí un ardor guerrero que creía perdido.
¿Sabes si aún se puede uno alistar a la legión? Disfrutaría asistiendo a uno de esos pases de revista, incluso los repetiría encantado.
Un abrazo, Fabian.
Cada quien decide con qué relato quedarse. A veces conviene adoptar uno propio, otras, impuesto por un tercero. Buen relato.
ResponderEliminarUn abrazo
P.d
espero tu foto para la tarjeta
=)
Y llegamos al campo del rumor de toda la vida, que (ahora caigo) es un precedente de la posverdad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya veo que le pongamos el nombre que le pongamos, la mentira y la apariencia es historica. Muy buen relato, besos.
ResponderEliminarLa cuestión es parecer, lo de ser ya si acaso para otra ocasión. Muy visual tu texto.
ResponderEliminarBesos.
Gran verdad, parecer además de ser. Pero como propone Juan Carlos parecer si ser... es un juego de trileros al que nos invitan e incitan..., y claro... ahí están nuestros congeneres mimetizándose en los fridays y otras zarandajas. ¡Pena de mundo el que estamos haciendo!
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