Roma. Acabo de llegar y controlo los días por las ciudades. Mañana viernes cogeremos el avión otra vez de regreso a la patria chica. Después de casi una semana de arrastrar maletas a velocidad olímpica por toda clase de suelos. Somos un grupo de personas que no tenía en dónde invertir unos pequeños ahorros, unos flecos que han quedado de la Navidad, y como por arte de magia, quedamos todas de acuerdo en venir aquí y equilibrar nuestro presupuesto para empezar de cero después de tanto comer y celebrar. A la vuelta nos espera a cada una nuestra vida corporal.
Fabián Madrid
Más Romas en el blog de Juliano
Que buena inversión de esos flecos , nada mejor que viajar y si es a Roma allí no dejas nunca de soñar ,y ahora ahorrar para otro viaje poder hacer.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz noche.
Dichosos los protas de tu relato, que les quedan flecos después de las Navidades para dilapidar.
ResponderEliminarQue suerte la tuya Fabián, que después de la Navidad te quede todavia algunos flecos sin saber dondo colocarlos es un buen síntoma de que tienes buenos ahorros. Y yó que me alegro de ello. un abrazo.
ResponderEliminarA mí me encantan esos viajes, por muy agotadores que sean...
ResponderEliminarNo veo mejor inversión que viajar.
Bss
Desde ese punto de vista, la visita a Roma no tendrá la intensidad que la experiencia merece, hay que abrir el corazón y los sentidos de para en par y sin demasiado apuro para dejarse llevar Pero claro, se hace lo que se puede 😋
ResponderEliminarEstá bien eso de irse con toda la familia de viaje, se disfruta sobre todo de estar juntos, importa poco el sitio, aunque Roma siempre ha tenido un encanto especial.
ResponderEliminarUn abrazo
Es nuestro sino, después del ajetreo, soñamos y, como en tu caso, a veces hasta lo logramos. Saludos
ResponderEliminarHay que equilibrar el presupuesto, jajaj. Buenísimo.
ResponderEliminarAbrazo