Gata, nunca he conocido a
nadie como tu. Cuando te vi por primera vez, supe que al final estaríamos
juntos. Ibas andando entre la gente, con tu andar sibilino y elegante al mismo
tiempo, llamabas la atención por lo extraño de tu comportamiento, siempre tan
libre, tan independiente… Delante de mis amigos te paseabas orgullosa de tu
porte, tu estatura, tu saber estar. En la intimidad te comportabas como siempre
había soñado yo que lo harías. Cuando te tuve delante y enriquecida de esa
manera, no sé si hice bien en terminar lo que no debió de comenzar nunca. Gata.
Gata: 1 – Hembra del gato, animal felino.
2 – Fig. Mujer cariñosa o que sabe
defenderse.
3 – Dícese de la mujer nacida en Madrid.
Más ídolos en el blog de Judith
Hola!
ResponderEliminarUna gata muy peculiar, hermosa en su andar, un felino de armas tomar, sea cual sea su raza.
Muy bueno, gracias por participar!
Besos
Muy buen gusto has tenido para elegir tu ídolo Fabián!!! Felicitaciones por la elocuencia y simpatía!!!
ResponderEliminarEsa faceta felina, siempre enamora. Me uno a tu homenaje, tengo gata de nombre Muli, tuve gato de nombre Minos, nacidos en Andorra pero que tenían deje madriles pero con la vocal abierta. Besito ¿con maullido? Me encanta tu ídola.
ResponderEliminarMuy buen escrito me ha encantado, muy bien logrado excelente!!!
ResponderEliminarMuy bueno, Fabián, muy bueno y con cien palabras. Ole!!!
ResponderEliminarExcelente entrada, que nos deja en la duda de a cual de las tres acepciones del diccionario, debemos dirigirnos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Entonces??? Era una gata cariñosa madrileña??? Olé, Fabian!
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde-noche fría y destemplada...
¿Gata? Pues Miauuu,
ResponderEliminarMuy original recurso, si señor. Besos.
Es una gatita muy mona, no me estraña que te enamoraras.
ResponderEliminarOriginal relato
Un abrazo
Trepidante y apasionado a la par que exquisito. Me quito el sombrero.
ResponderEliminarGata, gata, gata... cuál de las tres motiva tanta admiración?
ResponderEliminarCien palabras y una gran descripción! El instinto que señale la que mejor le cuadre al andar...
Besos:
Gaby*
Amante de los gatos (sin determinar acepción) Una sutil y sugerente idolatría. Miauuuuuuuu.
ResponderEliminarBesos
Me gustan estos relatos que dejan espacio para imaginar...Y mas si están tan bien contados.
ResponderEliminarBesos amigo
Todo un mundo de posibilidades y alternativas el que se abre con tu historia, más aún si tenemos en cuenta las tres acepciones de la palabra gata que expresamente y pienso que con la intención de abrir ese abanico de posibilidades nos dejas al final de tu relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Cómo se les llama a los de Madrid? !Gatos!, pues no me extraña entonces que tus cien palabras hable de ellos.
ResponderEliminarSugerente y con tres finales, vamos que para gustos, los colores.
Bella forma de contar esa idolatria.
Un abrazo.
Me quedo con la mujer madrileña, a la que yo creo que el protagonista dejó para seguir manteniéndola en su pedestal.
ResponderEliminarQue sibilinamente nos has enganchado para después dejarnos tres posibilidades y un final abierto...
ResponderEliminarBesos!!
A veces es bueno renunciar a tiempo, tanta admiración y atracción por alguien puede llevarnos a perder la cabeza (sea la gata que sea).
ResponderEliminarUn beso!
Me acordè de la obra de Tenessee Williams, Gata sobre el tejado de zinc caliente...Qué gata Liz Taylor.
ResponderEliminarSiempre un gusto leerte.
besos