Diez
me gusta
Me gusta tu
pelo transgénico sobre el fondo blanco de nuestro nido.
Me gusta la
mirada de boca abierta, con la que me cortas el aliento cuando recordamos nuestros
paseos por La Línea.
Me gusta tu
boca por lo que dice y cuando lo insinúa. Alta, desafiante, que me llama.
Me gusta tu
cuello, infinito y cálido, que se desarma sobre mi lengua cuando lo recorro.
Me gustan
tus oteros sueltos sobre el cuerpo, encaramados sobre la cueva de tu corazón,
que dan paso por el sur a tu vientre liso y receptivo.
Me gusta tu
monte cuidado que se insinúa bajo tu ropa de tela de araña, donde me limpio,
sin querer, el manantial de tus gritos.
Me gusta tu
centro escondido, íntimo, privado. Lugar de cita cómplice de nuestro amor y de
nuestras hambres.
Me gustan
tus caderas: generosas, rotundas, redondas, de gelatina sin azúcar.
Me gustas tú,
porque eres el sol sobre el horizonte que armoniza mis tardes.
Tengo que
reconocer que también me gusta verte pasear, aunque sea con él.
Fabián Madrid
Esta sección de acabas de inaugurar, de los lunes de verano, me parece que promete. Lo leido hasta ahora toca de lleno el corazón, es puro sentimiento. Preciosos textos, pero eso tú ya lo sabes.
ResponderEliminarBesos.
Ay que lindo! Super tierno al máximo exponente!.
ResponderEliminarTodo muy elaborado. Hasta el sorpresivo final. Y lo del cuello infinito, tela de araña, monte cuidado. Muy sugerente lo de los oteros y... bueno creo que todo está bien.¡ Esto ya te lo tenías preparado!, solo te faltaba escribirlo. Un saludo.
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarme encanta como escribes con el alma de tu mente
abrazos