Alejandra tropezó
con Alejandro. No se imaginaba que en aquella galería de arte iba a encontrar
lo que buscaba, y menos que iba a conocer al autor de aquella manera.
Pidiéndose disculpas mutuamente se quedaron mirándose a los ojos.
Alejandra se
interesó vivamente por lo que acababa de ver. Iba todos los días, hasta que
logró lo que aquel día se le pasó por la cabeza como un gran sueño.
Alejandro la recibía
cada tarde como si fuera la última vez que la iba a ver. Le enseñaba lo que él
sabía hacer, y ella aprendía con gusto y aplicación.
Siete
meses después de aquél día imborrable le envió un telegrama.
" Alejandro, vivo en Holanda, trabajo en un local donde exponen sus obras todo tipo de artistas noveles. Estoy aprendiendo mucho y soy feliz.
" Alejandro, vivo en Holanda, trabajo en un local donde exponen sus obras todo tipo de artistas noveles. Estoy aprendiendo mucho y soy feliz.
Fabián Madrid
Más flashback en el blog de Lucía
Un gran día, seguro, para un gran final. Hoy es lo que conocemos desde el principio.La forma de llegar, está buena para dejar ver nuestra originalidad.
ResponderEliminarbesos
Una bonita historia con final feliz para Alejandra, a veces un simple encuentro cambia nuestra vida radicalmente. Tal vez en la historia entre ellos haya habido algo más que un simple aprendizaje....
ResponderEliminarAlejandra era aplicada y sabía que las puertas de su futuro las podía abrir Alejandro enseñandole todo cuanto conocia.
ResponderEliminarDespués, necesito más ! Enhorabuena Fabián, me ha gustado tu originalidad.
Besos amigo.
Por cierto...Gracias por tu participación, no te olvides de recoger el pequeño recuerdo que tienes colgado en mi blog...Lucía.
EliminarLa suerte no se sabe nunca por donde puede venir. En este caso aprendió y eso le sirvió para madurar y irse a buscar nuevos horizontes.
ResponderEliminarMuy buena tu versión.
Un abrazo
Nunca sabes lo que puedes encontrar, luego siempre es mejor ir preparada, no hay nada más que ver como le fué a Alejandra.
ResponderEliminarCien palabras muy bien aprovechadas.
Besos.
Encuentro afortunado. Ahora que creo que entiendo lo que sintió Alejandro, que no se corresponde con lo que, visto tu relato, debió pensar Alejandra, ¿verdad?
ResponderEliminarUn abrazo.
A eso lo llamo yo un provechoso encuentro. Sin duda, supo sacar partido a lo que él le enseñaba. Besos
ResponderEliminarEl aprendizaje le sirvió para encontrar su medio de vida y además se sentía feliz, no sabemos si Alejandro estará igual de feliz.
ResponderEliminarUn beso.
El aprendizaje le sirvió para encontrar su medio de vida y además se sentía feliz, no sabemos si Alejandro estará igual de feliz.
ResponderEliminarUn beso.
Concreto y determinante, no hizo falta más. Alejandra marchó con la lección bien aprendida.
ResponderEliminarAbrazos
Aprendemos de nuestra relación con los demás y no siempre ese aprendizaje es positivo. En el caso de Alejandra sí que lo fué.
ResponderEliminarUn abrazo.