La lluvia marca las espinas de mi corazón que se van
desprendiendo. Con cada caída se cuela de soslayo un rayo de sol, que me
devuelve a la vida. Levanto la cabeza y siento el calor tibio de tu presencia.
Por fin has venido a verme. Sé que hoy viviré de tu presencia. Aunque el día sea
duro, por la noche me podré dormir saboreando un sentimiento que se me escurre
entre los dedos. Cada nueva jornada es un tiempo de regalo para mí. Mañana, si
amanece, será el primer día que me agarre a la esperanza, como hacía antes.
Fabián Madrid
Más días de lluvia y
nieve en el blog Moly del Canyer
La lluvia trajo la esperanza.
ResponderEliminarAmigo Fabián:una entrada cortita pero que dice muchas cosa de ti y de la lluvia.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Un saludo cortés y entrañable
Me gusta mucho la imagen que dibujas en la primera línea, y como dice Tracy en este texto se deja ver el reflejo de la esperanza. Muy bonito Fabián.
ResponderEliminarBesos.
Un poema donde la lluvia y la esperanza van cogidas de la mano , es como si lavará las gotas de lluvia el desazón del día y al dejar de caer la lluvia , fuera esperanza el nuevo amanecer.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Hola! Bien dicen que la lluvia es capaz de limpiar las impurezas y desazones y le trajo algo bueno en el amanecer. Precioso.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Precioso!!! Rayos de sol colandose por la lluvia, la esperanza de un mańana como un regalo. Besos.
ResponderEliminarLas gotas de lluvia arrastrando soledades... precioso paisaje.
ResponderEliminarBesos
qué lindas letras para la lluvia y la ansiada esperanza.
ResponderEliminarprecioso, Fabián.
La lluvia nos da casi siempre nostalgia y tristeza, como bien has expresado en tus letras.
ResponderEliminarUn abrazo
Siempre hay que agarrarse a la esperanza aunque el agarre sea un clavo ardiendo.
ResponderEliminarConciso y pleno de contenido. Me ha encantado. Que siga lloviendo en tu corazón Fabián.
Un fuerte abrazo.
Lluvia, nostalgia y esperanza. Todo en un relato corto pero intenso.
ResponderEliminarUn beso.
Lluvia, nostalgia y esperanza. Todo en un relato corto pero intenso.
ResponderEliminarUn beso.
Una historia muy de día de lluvia, de esos en que no apetece salir, pero sí que alguien, no cualquiera, venga.
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