A
veces me doy miedo. Cuando veo lo que tengo y como puedo llegar a usarlo,
cuando me doy cuenta del placer que puedo llegar a proporcionarme, me asusto.
La gente lo ve como una cosa normal, algo que tenemos todos, pero yo sé que
eso, bien utilizado, puede proporcionarme muchas satisfacciones. Acabo de
hacerme un pequeño arreglo para dejarlo, lo más posible, parecido a lo que
tenía a los veinte años, y por lo que parece, lo he conseguido. El dinero se lo
ha llevado mi dentista, pero el placer es… Lo que digo, a veces me doy miedo.
Fabián Madrid
Más miedos en el blog de Pepe
UN miedo muy ag®adable de experimentar. Le has sabido dar la vuelta al tema de forma magistral.Y es que el qeu tiene una cosa de valor siempre tieine miedo a perderlo, a que se lo roben etc.etc.
ResponderEliminarUn saludo cordial y afectuoso, amigo FAbián
Jajaja Muy buen relato que juega con nuestra imaginación.
ResponderEliminarUn saludo.
ajajjajjaj , divino lo has bordado un juego de palabras muy bien llevadas enhorabuena .
ResponderEliminarUn abrazo y feliz noche.
Me encantó :), sin más que eso, me encantó
ResponderEliminarMi beso
Pues a mi también me da miedo porque, o no lo he entendido bien o me parece un relato muy, pero que muy inquietante...y es que a mí mi propia imaginación me da miedo a veces.
ResponderEliminarUn beso
jeje con ironía nos dejas volar con nuestra imaginación para pensar cuál será la forma en que usarás esos dientes recién arreglados ajaja
ResponderEliminarUn abrazo
¡Hola! El dentista da pánico, no importa si es una limpieza o una carie, no imagino un arreglo completo en la boca >.< Muy buen relato.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Muy buen final. Pocas palabras, pero excelentes.
ResponderEliminarUn abrazo
Jolines con el miedo que dan los dentistas....pero gustos hay para todo un día un amigo me comentaba que el en el dentista se relajaba tanto que se dormía, ya digo yo que contra gustos....Muy buen relato, besos.
ResponderEliminarEstamos dotados para la supervivencia de herramientas que, mal utilizadas, pueden llegar a convertirse en fuente de malsano placer, eso sí, causando dolor. No me extraña que en esa aparente contradicción, puedas llegar a sentir miedo de ti mismo.
ResponderEliminarUn muy bien hilvanado relato, imaginativo y con un final desconcertante.
Un abrazo.
miedo te habrá dado la cuenta del dentista...
ResponderEliminarjajajaja como si disfrutaras de los veinte con dentadura nueva, pero como dice Tracy el miedo es el facturón que el dentista te habrá preparado. Fabián juegas con las palabras a tu gusto.
ResponderEliminarBesos.
Magnífico!! Poderosa imaginación. Da miedo.
ResponderEliminarUn beso