Cuando
me tengo que comprar una gorra o un sombrero, o no encuentro mi talla, o son
demasiado estrafalarios. Veo como los vendedores hacen todo lo posible por
encontrar el sombrero más grande de la tienda sin que yo lo note. Con las
gorras parece que llevo una marquesina haciendo sombra delante de mí. Con los
sombreros es aún peor, porque el ala, por pequeña que sea, aumenta la zona de
sombra, y parece que voy con un paraguas, otras parece que voy bajo palio.
En
casa me sujeto la cabeza con las manos y digo que tengo cansancio mental.
Fabián Madrid
Más cansancios en el blog de Pepe
Jjajajaja pobre!!! una manera sutil de monostrarnos a un cabezón jajaja, genial.
ResponderEliminarBesos.
No he tenido más remedio que reírme.
ResponderEliminarMas vale llevarla con humor. Muy divertido.
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