15/11/17

Este jueves … Con los ojos vueltos



Por el interior de mi cuerpo viaja un deportivo rojo. En la cabeza coge velocidad para dar la vuelta, como no puede salirse... Por los pulmones, viaja más despacio, dice que se engancha con tanto tronco y tantas raíces. En el estómago, dice que según el día. Hay días que se respira un ambiente ligero, verde y sin excesiva densidad, y otros, mucha carne, mucho pan y mucho dulce. Por el laberinto de los intestinos, tiene obstáculos, pero dice que sirven para practicar la conducción deportiva.
Lo peor es cuando tiene un accidente, y tengo que tragarme una ambulancia entera.

Fabián Madrid
Más ojos vueltos en el blog de Pepe

15 comentarios:

  1. ¡Qué bueno, compi, qué bueno!!!!!

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  2. Estupendo tú interior ..en él se vida y sobre todo aventura .
    Abrazos.

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  3. ja! siempre tan directo, contundente y original, Fabián. Siempre es un gusto leerte. Un abrazo

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  4. Somos lo que comemos, (Lo que escribimos, lo que pensamos, etc.) y tú eres tú, siempre. Me alegro.
    Besos.

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  5. un interior digestivo ja... y viajarlo en un convertible rojo seguro es un placer.... saludos...

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  6. Buenas tardes, Fabián:
    Gracias por ofrecernos este viaje, tan ágil como ingenioso.
    Un abrazo.

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  7. Es que me he quedado de piedra, que bueno!!! Besos.

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  8. jjajajajajajjajajajajjajajajaj....demasiada imaginación en esta historia...Perdóname la risa, pero de solo imaginar la escena no he podido aguantarme..Que entrada mas especial..

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  9. Me has echo reir a base de bién. Esta versión en tono humorístico, me ha gustado mucho. gracias por compartirla, amigo Fabián.

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  10. Ya me gustaría un deportivo rojo corriendo por mi interior, Fabian. Me conformo con un utilitario tipo Seat 600 que difícilmente supera los numerosos baches que se encuentra en su camino.
    Ingeniosa entrada.
    Gracias por sumarte a mi convocatoria.
    Un abrazo.

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  11. Muy buena metáfora. Cuando nos pasamos lo pagamos.
    Un abrazo

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  12. Genial la metáfora ;)
    Creo que en mi caso en vez de un deportivo seriá una preciosa Harley Iron 883
    ¡Un abrazo!

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  13. Qué bien si pudiéramos meter ese Ferrari Rojo en nuestro interior.... lo mulliditos que haríamos el recorrido, y la de cosas que tan bien conocemos pero que nos aportarían un montón de sorpresas. No me gusta el accidente final. Demasiadas cosas ocurren en nuestro interior que nos conducen al hospital... Pero, ole por ese ejercicio.

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  14. Ese deportivo rojo lo recorre todo y hay que dejarlo que avance aunque derrape, pero entre carrera y carrera, a disfrutar.
    Relato muy original y sutil.
    Besos.

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