Mi
marido empezó a hablar del cambio. Que era una cosa muy útil, que nos cambiaría
la vida y la forma de ver las cosas… Estaba tan eufórico, que no me dejaba
meter baza, y salió de casa, sin darme tiempo a preguntarle a qué se refería.
Acabábamos de llevar a las niñas a un colegio nuevo, podía ser el estilo
diferente del colegio. También había empezado a ir a un grupo un poco raro, de
esos que han descubierto qué hacemos en este mundo. Cuando regresó, ya más
tranquilo, descubrí que se refería al cambio automático del coche nuevo.
Fabián Madrid
Más cambios en el blog de Lucía
jajajaja me encanta que siempre termines con ese estupendo giro de humor tus textos :)
ResponderEliminarBss ;)
Desde luego el cambio fue a toda velocidad ajjajajjaj , muy bueno como siempre tus micro-relatos pero llenos de una sensatez asombrosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡¡¡HOMBRESSSSSS!!!
ResponderEliminar¡Contundente!
ResponderEliminarjajajajaja... Muy bueno Fabián.
Abrazo.