Te conocí en un lejano rosa
suave sin espinas, de respeto y admiración mutua. Un manzana de transición,
hasta llegar a un tierra, con la aridez de los primeros contactos. Un albero se
mantuvo durante las incipientes conquistas, pena a pena, logro a logro, con
pequeños pasos atrás castaños, hasta que llegamos a un césped fresco cada vez
más estable, cómplice y amigo.
Un tono burdeos en la
conexión, dejaba vislumbrar un futuro tornasolado; en principio níveo, platónico,
y más adelante fue cambiándose a un rosa con espinas, cada vez más fuerte.
Después sangre corazón, en el preámbulo, y por fin fuego. Un fuego que arrasó
con todos los prejuicios de una vida de contención, con todos los esquemas de
comportamiento aprehendido, con todas las pautas de limpieza, con toda la
tranquilidad de un espíritu estable.
En aquellos días nos
abrimos a la libertad, con el mundo y sin el mundo. El tono castaño de tus
salientes, nos guiaron por un universo a veces de color mortecino, pero la
mayoría en tonos vivos. Gozamos de unos años eufóricos, tersos y tensos. De
nuestros cuerpos, aprendimos mucho cada uno del otro, disfrutamos e hicimos
disfrutar a terceros menos dichosos que nosotros.
Ahora el rojo pasión se
torna rosa experiencia, el amarillo del conocimiento se torna sabiduría dulce y
pálida, y tu piel limpia está madura. Tu cuerpo experto comparte el gozo de una
tranquilidad sin premura, disfrutando de un tiempo y un relajo merecido. Tus
manos, antes tersas y ahora suaves, me transmiten esa seguridad que mis ojos
vidriosos no me dejan ver, no obstante la claridad de mis sentimientos, es cada
día más fuerte.
Aunque a veces no recuerdo
bien tu nombre, sé que te quiero.
Fabián Madrid
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Bienvenido a la nave madre!
ResponderEliminarEl color tenue de los momentos intensos.
gracias por participar
besos x 2
Estupendo. No se distingue bien si los momentos tienen color o los colores trajeron los momentos que cuentas. Pero me ha gustado este tutti fruti de colores-sabores. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo
Precioso!!!!
ResponderEliminarUn beso
Un color para cada instante vivido, no se deja ni un solo momento sin pincelada. De lo difuminado a lo intenso, mucho camino recorrido. Dejas que percibamos el amor puesto en ello.
ResponderEliminarPreciosa forma de contar, un poema en cada párrafo.Enhorabuena.
Un abrazo.
Muy original la idea de ir coloreando el avance de la relación en paralelo a la mayor intimidad que se va logrando!
ResponderEliminar=)
¡Qué bonito, por favor!
ResponderEliminarCon esa certeza aprendida, nos regalas una paleta vital en todos los tonos que terminan en arcoíris, a lo lejos apagado, dulcificado pero vivo, compartido. Felicitaciones y abrazo.
ResponderEliminarExcelente metáfora del color con la relación amorosa de principio a fin.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy bonito. Ojalá todas las relaciones humanas tuvieran esta paleta de colores.
ResponderEliminarUn abrazo
no recuerdas su nombre. Un nombre no es más que una etiqueta y no depende de la intensidad del vínculo, que por ejemplo hoy elige narrar esta historia, y sí de la buena memoria, que poco tiene que ver cuando se trata de sentimientos.
ResponderEliminarComplimenti!
en el proceso me encanta ese final fluir de lo intenso a lo suave, como una conformación tranquila de lo que permanece, al margen de excesos, como la vida misma, me gustó mucho.
ResponderEliminarUn recuerdo, experiencia viva, vivida, entre las tonalidades de los años. No saber el nombre es un detalle en este texto, sorprende. Pero todo lo adquirido hace a ese te quiero.
ResponderEliminarAbrazo.
Que preciosidad, esa vida compartida, llena de amor y color.
ResponderEliminarUn abrazo
Lola
siguiendo caminos de colores o colores simplemente, nos adentras en la épica del amor de pareja...
ResponderEliminarahora bien, ¿cuál es el color del olvido, ese al que haces referencia en ese AHORA NO RECUERDO TU NOMBRE, PERO SÉ QUE TE QUIERO?
¿acaso sería la ausencia de color , excepción hecha de un color "x" muy muy cálido?
medio beso.
Toda una vida de colores por los que vamos pasando sin remedio, siempre mejor bien acompañados, nos hace ver las cosas de otro color.
ResponderEliminarUn beso.
Permite que te felicite de manera muy sincera por tu relato. Me ha parecido soberbio. El amor, eso que nos pasa y que nos hace rimar con la vida, eso que viaja sobre el tiempo pero más allá del tiempo; eso que ve la belleza en el cuerpo azotado por Cronos del ser amado. Siempre él, siempre el ser amado. Y sin él, no hay nada más allá del gris.
ResponderEliminarFelicidades, sí señor.
Un fuerte abrazo
La vida es como un rio de colores, eso es lo que parece reflejar tu relato tan entrañable y poético. Un relato del color del amor.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo
Hermosa descripción en clave cromática de las diferentes vicisitudes de una relación amorosa, de las incertidumbres iniciales, de la plenitud, de la madurez, de la pasión a la serenidad y la calma. Me ha encantado tu relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
No está mal, colo los colores simbolizan las sucesivas situaciones.
ResponderEliminarLos colores de una vida, y un sentimiento imperecedero. Cambiamos en las etapas de nuestra vida, y sin embargo el sentimiento del amor, sigue ahí, como el primer día.
ResponderEliminarBss.
Fabian, una delicia de texto. Colores y texturas, cada uno de ellos dando cuerpo a sentimientos y emociones.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho
Abrazos
Impecable, lleno de colores, sensaciones, texturas y estadíos.
ResponderEliminarUna prosa poética a mi parecer que es una maravilla.
Un abrazo enorme.
Ayyysss !!!
ResponderEliminarque hermoso la verdad es que me has emocionado, me has hecho llorar buuuuu!!! más no se que decir, pero si sentir, me has llenado de emociones con este hermoso relato que en colores simplemente refleja la vida hecha con ternura, sabiduria, amor y pasión
Del rosa al amarillo...cuantos matices, que belleza.
ResponderEliminarUn beso
Relato en que se colorean las fases de relación, en estupenda y sensible narración.
ResponderEliminarQue además, luego dirán que los hombres solo conocemos los colores primarios, jeje.
Un abrazo.
Un bello recorrido por el transcurrir de una bonita historia de amor a través de los colores. Me gusta cómo van cambiando con el paso del tiempo y cómo nos lo trasmites.
ResponderEliminarLeerte es un placer, un disfrute. Palabra a palabra nuestro espíritu se deleita.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
"El fuego que arrasa con todos los prejuicios" permite ver el mundo de otra manera. Como no, con todas estos sentimientos y emociones que tan bien coloreas.
ResponderEliminarUn abrazo.