El libro vivido
Hubo
una vez un periódico de tirada nacional, que cuando se editó por primera vez, utilizaba
como reclamo, un libro. Este libro que a mi me impactó, fue uno del que siempre
había ojeado pequeñas historias, pero que nunca había leído entero. No sabía
porqué, siempre me había llamado la atención, y aunque tuve que esperar cinco
semanas a que lo comprara mi padre, al final conseguí los cinco tomitos de El
Quijote.
Las historias allí
contenidas, podían ser leídas solas, pero a mi se me antojaba que todas tenían
un algo común que yo quería descubrir. Son de esas cosas que sabes que tienes
que hacer, y que vas a hacer, y que no tienes prisa; tienes toda la vida por
delante.
Más que las historias, me interesaba
el ambiente, como personaje: La Edad Media.
Esta época, siempre me ha llamado la
atención, sin tener muy claro porqué, hasta que en una regresión lo entendí.
Me encontré en este
escenario: terminada la batalla, salía de aquel lugar, todo manchado de sangre,
acompañado por mi amigo árabe. Yo con mi espada y mi armadura ligera y él con
su alfanjón, nos dirigíamos al campamento y entramos en un establecimiento
donde servían bebidas. Pedimos aguamiel y cerveza, la mujer que atendía me
sirvió aguamiel y a mi amigo no le sirvió nada. Después de un rato, se lo volví
a pedir, pero me dijo que a los infieles no se les servía allí. Le expliqué de
buenas maneras que era mi amigo, que los dos éramos soldados y veníamos del
campo de batalla. No tenía la menor duda, allí no le servirían. Por más que
protesté y grité no conseguí nada. Mi amigo dijo que me esperaría fuera, pero
no lo consentí, dejé sin probar mi bebida y salimos. Ahí noté la intransigencia
y el racismo en aquella época. Nos fuimos a buscar otro sitio para beber algo.
El campamento era pequeño, y no había otro lugar. Aquella noche, me acosté sin
probar el aguamiel, y con un sabor amargo en la boca.
Quizás por eso tenga buenos
recuerdos de esa época y aún no entienda el racismo.
Fabián Madrid
Más
libros en el blog de Rochie
Linkeado! Voy y vuelvo!
ResponderEliminarY sabe por qué me fui y volví? porque tenía una ponencia medieval de Victoria Cirlot en Malba (soy de Buenos Aires).
ResponderEliminarMe encantó el desvío que tomó tu relato. Siempre sostengo que quizás solo hayamos olvidado de donde venimos y al regresar lo recordaremos sin poder comprender cómo nos habíamos olvidado la misión primera.
Me llamó la atención lo de la "regresión",dicho con mucha soltura y naturalidad! se ve que volver atrás en el tiempo, a épocas pasadas no te resulta muy complicado! jejeje
ResponderEliminarSaludos jueveros!
Salirse de la batalla y darse un garbeo con el amigo, una potestad factible con la inventiva, la misma que escribió el libro. Toparse con la realidad y ver que como entonces, seguimos racistas desde, uf, desalienta, a la larga estamos en la edad media, a la corta somos los seres inventados y los verdaderos, muy parecidos o al revés.
ResponderEliminarBuena idea, mal sabor de boca, me gustó, me atrae la edad media.
Besito !salve!
Yo tambien conseguí El Quijote en un diario de tirada nacional (lo regalaba con motivo del día del libro).
ResponderEliminarLo del racismo, no es de ahora, desgraciadamente.
Saludos!
Hay cosas que se entienden poco; pero existen, porque todo lo que es diferente, da miedo y en consecuencia, se rechaza, triste pero real.
ResponderEliminarEstá bien eso de la regresión.
Un abrazo
Me gusta ese tiempo y permiso que te has tomado en ir y volver. Recorrer nuevamente un camino, aunque deje ese sabor amargo, hace mas fuerte nuestras creencias.
ResponderEliminarComparto.
Un abrazo.
El racismo es una lacra que desgraciadamente no termina de arrancarse de la sociedad. Buen giro el que le has dado al relato. Esa regresión a unos tiempos turbulentos y antiguos que sin embargo se demuestran muy actuales.
ResponderEliminarUn abrazo
Hace unos días hablábamos entusiasmadas mi hija y yo de leer el Quijote, ella como lectura obligatoria en la universidad y yo por compartirla con ella.
ResponderEliminarEstá bien eso de la regresión, me gusta.
Saludos
Lola
Si tuviera la oportunidad de regresar, eligiría también la edad Media, con sus luces y sus sombras, con su promesa segura de aventura, aunque sea una elección francamente quijotesca, que duda cabe...me gustó mucho este encuentro atemporal.
ResponderEliminarHubo un momento de mi vida en que sufrí en propias carnes una situación similar, en este caso de una cierta discriminación por lenguaje, a pesar de que los que me la infrigían conocian perfectamente el español. Mi amigo, me dijo: Vámonos de aquí que esta no es nuestra reunión, a pesar de que el tenía como lengua materna aquella en la que me hablaban. El racismo y la discriminación son actitudes que siempre han existido, pero que son propias de personas con muy poca talla humana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Quizás escogemos aquellos libros que intimamente nos ligan de otras vidas, de vidas pasadas que hemos vivido en las cuales en aquellos libros tal vez somos los protagonistas pero con otro nombre y otras formas
ResponderEliminarHas elegido casi el Libro, que me pasa como te pasaba a ti, he leído pero no a fragmentos salteados, nunca ordenadamente.
ResponderEliminarY coincido, el ambiente, histórico, social, la ironía son para deleirarse.
Un abrazo.
Me encantaría poder regresar a viejas épocas, sin duda es una experiencia hermosa. Coincido con vos en que cualquier muestra de superioridad o desprecio hacia los demás es algo inadmisible.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cada libro tiene su momento, cuando lei el Quijote no fue el suyo y el mio, tal vez en cualquier ocasión regrese a él, como en cualquier ocasión pueda producirse una regresión a lo que fueran otras vidas.
ResponderEliminarInteresante experiencia.
Un beso.
Pues yo regresé a la infancia de mis hijos con la imagen del playmobil (adoraba comprarselos,ellos los disfrutaban, yo, un poco más...)
ResponderEliminarTienes clase y oficio y entonces lo dices de un modo, como al pasar, y quedamos de cara, a un duro momento de la historia, tan presente, como si el tiempo no hubiese pasado, no?
El Quijote? un libraso que hay que leerlo como si de un comic se tratara, me dijo alguien un día.
Un fuerte abrazo (cada día me prendo más al tema de la regresión)
Es irónico que puedas derramar sangre por un país y sus ciudadanos no te ofrezcan ni un trago por tu entrega, y todo porque te consideren inferior a ellos.
ResponderEliminarUn abrazo