Tica era una
compañera de trabajo con la que llevaba trabajando varios años. No estábamos en
el mismo departamento, pero teníamos cierta relación.
Prefería subir sola
o con poca gente en el ascensor, hasta que un día subíamos solos, cuando en un
piso intermedio, por salir de un curso, se nos llenó el ascensor, nuevo y de
seis plazas más.
A Tica le cambió la
cara y permanecía tensa, mientras los recién llegados, hombres y mujeres,
bromeaban sobre la invasión que habían hecho a nuestro ascensor.
Cuando llegamos
abajo, y salimos, tuvo que pasar un rato hasta que ella me volviera a hablar.
Me contó su pequeño secreto: cuando había mucha gente se sentía agobiada y no
podía reaccionar. Eran lugares imposibles para ella, por eso siempre subía sola
o por la escalera, los tres pisos, con el pretexto de hacer ejercicio.
Yo también le conté
mi pequeño secreto: Creía en la reencarnación, y practicaba Terapia Regresiva.
Quedamos a la semana siguiente para hacerle una regresión. Resultó que en otra
vida, siendo ella una niña, murió entre gente desconocida. Les metieron en una
hondonada y con piedras y tierra les enterraron vivos. Pensaban que tenían una
enfermedad contagiosa. La gente se subía unos encima de otros para evitar ser
aplastados, y murieron primero los más débiles.
Ahora Tica, después
de algunas sesiones, puede ir en el ascensor medio lleno.
Fabián Madrid
Más aficiones en el
blog de Gastón
Este don, este arte, paralelo, es muy generoso de tu parte, porque ayuda y mucho a sanar cuentas pendientes.
ResponderEliminarSeguramente todos tenemos alguna así que en cualquier momento, tomamos el mismo ascensor tuyo.
un abrazo
Pensaba que oiría tuvoz...
ResponderEliminarcuriosa idea la de la reencarnacion.
ResponderEliminarE interesante el arte egipcio.
Se me ha erizado la piel de pensar en esa muerte espantosa!...espero que luego de descubrir el motivo de su fobia, haya logrado exorcizarla!
ResponderEliminarUn abrazo
Será un arte, es consuelo, es empatía, amistad, ayuda.
ResponderEliminarMe oprimen los lugares cerrados con mucha gente, comprendo a Tica y mucho, en otra vida me momificaron, apretaban las vendas, estaba oscuro.
Besito.
Gracias por tu comentario Natalia. Me gustaría saber cómo has descubierto lo que te pasó en otra vida.
EliminarUn beso.
El sentir ahogo es terrible, como tocar ese hilo tan fino con la muerte.
ResponderEliminarLa desesperación y vaya a saber que momento pasa el cuerpo y la mente.
Siempre me llamo la atención, cuando se habla de reencarnación, y que traemos de vidas pasadas.
Ayudar a pasar por ese pasillo de oscuridad, no debe ser facil, pero si gratificante.
Un abrazo.
Me parece increíble que alguien tenga que llevar esa carga de recuerdo de vidas pasadas. Menos mal que siempre hay una mano amiga ;)
ResponderEliminarUn beso
Matices creo que antes de nacer se borran las memorias, si no sería horrible empezar una nueva vida, sabiendo las maldades que has hecho en otra.Gracias por tu comentario.
EliminarNi ahi, pobre Tica, de ir a un recital donde se haga pogo?!! Buena hisria, muy interesante, tu arte es escribir, definitivamente
ResponderEliminarEsto explicaría muchas sensaciones que me asaltan y que aún no puedo explicar. Por cierto tengo mis teorías, pero no son más que eso, tal vez una regresión por los parajes del tiempo puedan darme alguna respuesta...
ResponderEliminarEso de retroceder en el tiempo y explorar vidas pasadas me resulta inquietante, pero también atrayente. Tica, al menos, de a poco va resolviendo sus miedos.
Interesante escrito!
Besos, Gaby*
Regresar y ver, inquietante y a la vez atrayente, como le ha ocurrido a Tica,igual se puedan resolver algunas fobias. Habrá que intentarlo al menos.
ResponderEliminarBuen texto, buen arte, buen don al servicio de otros.
Un abrazo.
Vaya historia más angustiosa. ¿Hay algo más terrible que morir enterrado vivo?. Esas supuestas vidas pasadas podrían, en ocasiones, explicar algunas cosas.
ResponderEliminarUn abrazo
Existe por ahí la creencia de que no abandonamos del todo este mundo mientras no concluimos completamente el proyecto que nos tiene en él. Así volvemos una y otra vez, reencarnándonos para seguir hasta su conclusión, la tarea encomendada, no se sabe muy bien por quien. Es el hilo argumental del libro Muchas vidas, muchos maestros del autor Brian Weiss. El recuerdo subconsciente de episodios negativos en alguna de esas vidas anteriores, puede dar lugar a sucesos de pánico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Malas cosas esas de las ansiedades, sólo de pensarlo me incomodo y miro para otro lado.
ResponderEliminarTremenda situación muy bien contada.
Abrazos
Pues a mí me vas a tener que hacer una regresión de esas, porque soy muy claustrofóbia, solo de leerte me faltaba el aire.
ResponderEliminarUfff, respiro hondo.
Un beso!
Me dejas pensando, tengo tantas cosas para resolver en mi forma de ser que me encantaría poder saber a que se deben. Me encanta todo lo que tenga que ver con esos temas, y me parecen super positivos para resolver cuestiones pendientes.
ResponderEliminarAhora me queda una duda, realmente hacés eso o es solo un relato?
Un beso.
Soy Censu, compañera! No hay forma de encontrar el lugar para dejarte los comentarios en tu blog. Tampoco encuentro mail... ya me informas, si?
EliminarUn beso.
Perdón, Fabián, uso tu blog para comunicarme con Sindel, no te importa, verdad? Gracias.
Historia curiosa. Bueno yo no creo mucho en eso de la reencarnación; pero nunca se sabe, al fin y al cabo sirvió para que Tica se curara de su fobia.
ResponderEliminarUn abrazo
increible relato me has dejado realmente sorprendida uuuff!!! vaya... sin palabras...
ResponderEliminarTal vez sea un arte esa capacidad de impulsar a los demás a vencer sus miedos sin que el proceso sea traumático?
ResponderEliminarUn abrazo y cafelito.
he escuchado más de una vez cosas a cerca de las regresiones.
ResponderEliminarhe escuchado cosas y más cosas...una de ellas es a cerca de lo que tú refieres: saberse en vida en VIDAS ANTERIORES...
y sabes, fabián, que a mí no me hagan una de esas cosas raras, por que si descubro que fui cojotranco, o descubro que fui medio zombi, por poner ejemplos así, al albur, como que me cargo al terapeuta que me hizo la maldita regresión...preferiría seguir temiendo al ascensor antes de practicar tal...aggg...
medio beso.
Buen tema, tanto para escribir, para reflexionar y especialmente para aprender.
ResponderEliminarUn abrazo.
Después de leerte me he preocupado, hace tiempo soñé que estaba frente a una tumba con un nombre y un apellido que no era mío, sin embargo sentí que la que estaba allí era yo, y me puse a llorar. En fin, que me da que pensar.
ResponderEliminarUn abrazo.
con el perdón de todas las expresiones... ¡ay! ¡La p... que lo parió! ¡Qué relato! me encantó... realmente porque me fui con el personaje... Y porque escuché cosas semejantes y también las he leído... me sorprendió sinceramente todo... excelente... sinceramente. Un abrazo y muchas gracias por participar con tan buen relato!
ResponderEliminarQué buen relato. Yo aún no creo en vidas pasadas, pero quien sabe. Me pasa lo contrario no me siento a gusto en un ascensor sola. Un placer visitarte. Pronto regreso.
ResponderEliminarUn abraxo!
El tuyo es un Arte Paralelo generoso, ayudas a superar los miedos y entender de dónde nos vienen. Muchas veces me pregunto sobre algunas cuestiones que me angustian y rebusco en mi memoria a ver si encuentro explicaciones.
ResponderEliminarMe ha gustado saber de tu arte.
Un beso.
Curioso y especial arte, Fabián.
ResponderEliminarTambién se puede ver adelante? ^-^
Un abrazo!
Habrá que estar atenta los jueves para seguir tus relatos, breves, concisos y contundentes. Acabo de descubrirte y fue una grata sorpresa.
ResponderEliminarSoy nueva en este universo bloggero y te invito a que visites el mío.
Un saludo desde Buenos Aires