¡Qué dolor de
cabeza! Es lo primero que he sentido cuando he podido abrir los ojos, que se
resistían a dejar de dormir. Ayer cuando se cerró la entrada al público del
bar, lo primero que hicimos, para festejar la ausencia del jefe, fue subir la
música, luego llegaron las amistades que habíamos invitado, algunas amigas de
estos, y otros que nadie conocía, pero que resultaron ser muy marchosos.
Estábamos en un
lugar de reserva de alcohol, por tanto no hubo problema con el suministro, y la
gente generosa, con los demás y con ella misma, se servía copas, con una
soltura que no teníamos los camareros que lo hacíamos todos los días.
Un par de horas
después, me encontré riendo como un loco y hablando sobre nombres de posturas
del Kamasutra que me inventé, porque descubrí que la chica con la que estaba,
tenía menos idea que yo del libro. Un chico delgadito y amable, no hacía mas
que traerme copas de colores y con azúcar en el borde. Decía que me conocía de
otra vida, o algo así. Los bailes comenzaban a ser exagerados en algunos casos,
en otros vi que no tenían nada que ver con la música que sonaba.
Ahora sentado en la
cama, veo a mi lado un bulto completamente oculto por las sábanas. Lo extraño
es que es más grande que yo... De todas formas no le puedo decir al dueño del
bar donde trabajo: jefe no voy a trabajar que ayer estuve de parranda.
Fabián Madrid
Más disculpas en elblog de GUS
¿Con quién durmió este bendito?... lo peor, no sé, ehhh? (lo del kamasutra y el bulto...). Ahora la imaginación a volar...
ResponderEliminarBesos
¿Eras tú tu propio jefe? ¿Y el bulto quien era?
ResponderEliminarAhora sentado en la cama,.....
ResponderEliminarHasta ahí ,lo he ido pillando!!
Despúes...me he perdido!!. Totalmente.
Tu....a tu estilo!!.
Un beso
La parranda fue en el lugar de trabajo, y a cuenta del jefe?, más vale ir a trabajar y callarse la boca. El bulto será...algún conocido de otra vida, da igual si total él no se acuerda de nada de lo ocurrido.
ResponderEliminarUn beso.
Si es que hay límites que no se deben exceder, que luego pasa lo que pasa y nos levantamos al lado de un bulto jejej. Un besote
ResponderEliminar¡vaya uno a saber qué habrá bajo esas sábanas! jaja...quién te dice que no es tu jefe!jajaja
ResponderEliminarUn abrazo
Se empieza y no se sabe cómo acabará, lo de menos es el bulto, si estuvo bien, bien estuvo, aunque no se acuerde.
ResponderEliminar¿Era un bulto más grande... o dos medianos juntos? Es que con tanta copa nunca se sabe.
ResponderEliminarAbrazos
te voy a contar un cuento etílico acaecido en una navidad, en la noche de fin de año, en madrid.
ResponderEliminaryo trabajaba en hostelería. yo salí aquella nochevieja a festejar. en todas las nochesviejas que en madrid pasé, en todas, acabé en la cama de una amistad, sin ella, por desgracia, cuando la amistad era mujer, por que apenas si mi cuerpo podía ya aguantar lo etílico. pero en la nochevieja del 93 o 92 aguanté toda la noche. me llevaron a casa en coche. me dije, este año duermo la mar de bien. ja...la cama me dio vueltas, el cuerpo me dio temblores, mi mente se me perdía entre miedos...no fui a trabajar al día siguiente como todos los años había hecho a pesar de llegar al restaurante muy muy hecho polvo. eso sí, desde aquella nochevieja no he vuelto a probar el alcohol. y ya van uno 20 años...¡¡joderse qué miedo me entró!
medio beso.
Qué juergón! Pasados de copas, pasados de rosca, jajaja! Son bravos esos estados postragovatragoviene! Me quedé con la intriga de qué habría oculto debajo de las sábanas. Suele suceder que en el trajín de la farra, vaya luego a saber uno qué se le cuela en la cama y no lo sabe... hasta el otro día! Y... dió mío! :D
ResponderEliminarBesos, y me alegro te haya gustado el pajarito, un humilde detalle para los amigos, que si no fuera por las alas que me prestó Cass, no hubiera llegado hasta ustedes.
Gaby*
Es lo que tiene traspasar el límite de lo soportable en lo que a trasiego etílico se refiere. Pasamos a un plano en el que nada recordamos y en el que cualquier cosa puede suceder y cualquier bulto puede compartir cama con nosotros. A saber de quién es el susodicho bulto.
ResponderEliminarBuena excusa para no ir a trabajar, qué duda cabe.
Un abrazo.
Que le quiten lo bailao. Estas cosas van bien hacerlas de vez en cuando; pero sin pasarse, que no se puede faltar mucho al trabajo tal como están las cosas.
ResponderEliminarEspera, yo tiro un poquito de la punta de la sábana, soy curiosa quiero saber que o quién anda debajo ¿y dices que era más grande que él? jo! un acertijo.
ResponderEliminarDivertida situación.
Un abrazo.
Yo a Ud. lo conozco de otra vida, digo, de otra farra.
ResponderEliminarUn abrazo, sin críticas esta vez, jaja