Aquella noche habías sido
especialmente cariñosa, cuando yo pensaba que te habías enterado de lo mío,
pero al parecer, era todo lo contrario. Cuando llegué a casa, en el lavabo de
nuestro cuarto de baño, estaba flotando la botellita que cogimos de aquel
minibar del hotel donde nos prometimos aquellas cosas.
Estaba cerrada, con su
pequeño taponcito de corcho y con un papelito dentro. La bañé con cierta
ilusión; era el momento en que vagaba por los mares del tiempo. Después la
abrí, e intenté sacar el papelito. Me habías dicho que todo lo que tenías que
decirme estaba allí. Por fin lo tenía en mis manos. Solo ponía adiós.
Fabián Madrid
Más mensajes en las botellas que
tiene Encarni
Aunque con final triste, la historia es preciosa.
ResponderEliminarUn abrazo compañero.
Una manera diferente de decir adiós, que me suena más a abandono por el marco en que comienza la historia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una manera imaginativa de otorgar como en un juego, la noticia inesperada, corta e irreversible. Tu mensaje navega una bañera que podría llenarse de lágrimas.
ResponderEliminarA veces una sola palabra encierra todo un mensaje lleno de cobardía...
ResponderEliminarbesos querido amigo.
No sabemos si agradó o no ese adiós al protagonista. Pero, se deja entrever, que era previsible. En cualquier caso, original forma de despedirse :)
ResponderEliminarBss.
Hay finales que se anuncian, pese a intentarlo...pero claro, la falta de fortaleza para vencer las tentaciones, la inseguridad, muchas veces pueden más que las buenas intenciones iniciales.
ResponderEliminarTriste final para una historia que quizás nació esperando ser distinta...
Un abrazo
Triste y conciso final. La brevedad lo hace, si cabe, mas desgarrador.
ResponderEliminarUn saludo
Que sensación de tristeza..
ResponderEliminarme ha dejado....Tu relato.
Como,de una despedida irremediable. ¿No?.
Un beso
Ahí toda esa poesia está demás, hubiera sido mejor que se despidiera personalmente.
ResponderEliminarNo podía decir otra cosa, o sí, pero prefirió callar. Adiós era suficiente.
ResponderEliminarUn beso.
La venganza es terrible, y después de ese cariño, ese adiós, resulta duro. Bien resuelto.
ResponderEliminarUn abrazo
A veces los mensajes no son nada buenos y hay que aceptarlo. En este caso, seguro que ese adiós ya se lo dio hace tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo
Los finales, cuando el amor aún circunda, desgarran y duelen, peor aún, si es lo que menos uno espera. El mensaje de esa botellita, seguramente tuvo un efecto letal.
ResponderEliminarUn relato sin vueltas, breve, triste y muy bien contado.
Besos!
Gaby*
Que forma de terminar tan triste y cobarde, es lo que me hace pensar.
ResponderEliminarLa imagen de la botellita flotando es impactante. Como el texto da pistas pero deja que el lector añada, yo quiero pensar que antes ya se habria hablado, de lo contrario menudo final despues de haber compartido.
Un micro donde ni falta ni sobra.
Un abrazo.
guaaauu!!!1
ResponderEliminaruna corta historia con final muy triste quizás inesperado
No me pareció descortés la despedida, diría, más bien, huida. Hay cosas que quedan para la imaginación del lector. Ejemplo: "cuando yo pensaba que te habías enterado de lo mío", Corto e intrigante. Un abrazo Fabián
ResponderEliminarMe gustó! (querías alguna observación? bueno, yo no hubiera puesto la última frase:Solo ponía adiós. Hice los deberes. Estoy en paz, jajaj)
ResponderEliminarun fuerte abrazo
Final corto y cortante, desprovisto por completo de humanidad, de afectividad.Según mi opinión desprovisto también de honestidad. Pienso que merecía, al menos eso se desprende de tu relato, una explicación al abandono.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los caminos de la venganza... el dolor tiene reacciones impensadas si va acompañado de aderezos, es irracional en muchos casos...
ResponderEliminarPara que más...
La ironía que no falte, ni siquiera para compartir el enfado.
ResponderEliminarAbrazos
me vas a tener que perdonar por mis maneras de comentar...pues mi comentario es este:
ResponderEliminarqué cabrón que eres, como de costumbre me dejas...me dejas con la palabra en la boca, sorprendido, habiendo sacádote un nuevo as de la manga...
este jueves que viene, pienso yo ahora, lo tendrás fácil: se te da muy muy bien la cortedad en los relatos, no como a mí, que si me dejo llevar, me voy a la teoría de cuerdas y a la teoría m y a los universos paralelos, por causa de las 7 dimensiones de más que...
medio beso.
Que buen micro, Fabían!
ResponderEliminarAunque el adiós, duela.
Un beso.
¿Todo lo que tenía que decir era adiós? Cruel, frustrante.
ResponderEliminarEs dcir, muy bien contado.
Abrazos, amigo DJ.
Excelente manera de hacernos sentir la impotencia de una despedida.
ResponderEliminarConciso y hermoso relato.
Un beso.