Te has olvidado el corazón, aquí, donde todo el mundo lo veía.
Al recoger las cosas de la fiesta, siempre aparecen cosas
que aunque importantes, parecen abandonadas, fuera de contexto. Cuando vi un
corazón solitario, enseguida me di cuenta que era el tuyo.
Quizás lo conozca más de lo que tú te imaginas. No sabes que
te miro cuando no me miras, que te aprendo cuando hablas, que te observo en la
distancia para ver tu perfil, porque cuando estás cerca no te puedo ver, ni
remirar, como cuando estás lejos.
Me gusta oírte cuando no hablas conmigo, hablas con otras y
yo me imagino que es a mí a quien te estás dirigiendo, conmigo con quien
sonríes, y compartes esas frases dichas sotto
voce en el oído de alguien, que luego provocan un silencio y una mira cómplice.
Tu olor llega antes que tu. Cuando te veo llegar, mi
pituitaria me recuerda tu perfume. Solo me falta esperar para notar los matices
del día; cómo estás; si vienes de casa o de la calle; si hoy por fin me
hablarás, o seguiré siendo la sombra que acompaña a mis amigas, más famosas,
más bellas…
Porque aunque pareces muy feliz, te he visto seria en el
cuarto de baño, donde no tienes que demostrar lo bien que te va la vida, lo
alegre que vives, donde no tenías que repartir sonrisas. Solo con una mueca me
hubiera conformado, y ni aquí te has dado cuenta de que existo.
Pero mañana te llevaré tu corazón, te lo daré donde nadie
nos vea, por si me quieres agradecer, solo con una mirada, la emoción que
tendré en mi pecho por tener tu corazón en mis manos y devolvértelo.
Fabián Madrid
Seguro que no solo con una mirada, se agradece una devolución así, tan llena de amor.
ResponderEliminarBesos veraniegos.