Salí de la ducha
con la toalla de la cabeza en un brazo y la de baño en el otro, me dirigí al
salón, a bailar como había hecho tantas veces.
Aquel día mis
padres se habían ido a comer fuera, tenía toda la casa para mí sola. No
volverían hasta después del café de por la tarde.
Había empezado a
desarrollar y no quería que nadie me viera desnuda.
Puse música
sugerente y tirando las toallas a ambos lados, empecé a hacer todo tipo de
posturas forzadas delante del espejo y a mirar con toda las desvergüenza que mi
edad permitía.
Entre el calor de
la ducha y los movimientos del baile, la temperatura subió no sé si en la
habitación, pero en mí, seguro. Me notaba con los cachetes colorados por el
esfuerzo, pero feliz y libre por poder expresar mi “arte” en solitario.
En mi mejor
actuación, noté como me llamaba mi padre a gritos. Tenía la música alta y casi
no podía oírle. Me puse la toalla de la cabeza en redondo y me ceñí bajo los
hombros la de baño y sentada en Posición de Loto, simulé meditar, sin ser
consciente de la música ni de los ruidos. Cuando llegaron mis padres y bajaron
la música, “volví” de mi estado de éxtasis.
Sin haber meditado
nunca, me he tenido que comprar dos cuencos tibetanos y un Buda chiquitito que
me acompaña en el salón cuando mis padres se van.
Fabián Madrid
Más infragantis en
el blog de Gus
AY,¡La adolescencia!
ResponderEliminarSeguro que ahora con los cuencos tibetanos y el pequeño Buda, todo le irá mucho mejor jajaja. No hay nada como descubrirse, sobre todo a esas edades. Buena pillada esta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajajajaja! No le faltó imaginación a la chica, no!
ResponderEliminarBss.
"Había empezado a desarrollar y no quería que nadie me viera desnuda."...ehhh, de una señorita, fabián, nunca, pero mira que nunca, se puede decir eso...por dios...cómo vas a decir de una señorita que está GOORDAA...jaja. sí, he caído en la cuenta al releer de que te refieres a esossss..
ResponderEliminarbien, por otra parte, viva el fino humor del señor fabián...
medio beso.
Pero no la pillaron no? aigggg, esto de los cuencos tibetanos no me hubiesen venido mal en mis años mozos! jajaja, miles de besosssssssssssss
ResponderEliminarRápida en tomar resoluciones, yo a su edad, hubiera quedado en evidencia dando vueltas a lo loco sin saber dónde meterme, a lo sumo, me cubría con la cortina, jajaja! Pero con cuencos tibetanos y un Buda chiquito no se me hubiera ocurrido! Las adolescentes de hoy vienen con la astucia afinada. De todas maneras, como madre de una adolescente, doy fe, que eso de bailar con la música a todo trapo, es muy común, y peor es cuando la veo bailar sin escucharle música alguna, y la llamo y nada, y la llamo y menos que nada... y luego recapacito: bendito mp4! Lo tiene clavado en los oídos y se olvida de que existo!
ResponderEliminarBesos! Lindo jueves, divertido relato!
Gaby*
Menudo momentazo, seguro que si sus padres la pillaron, prefirieron disimular jejej
ResponderEliminarhas hecho fiel honor a la consigna.
ResponderEliminarPor lo que a mi respecta la tomo como disparador, y quizás por esos mi sorpresa podría bien ser reemplazada por "imprevisto". Ahí entenderías mejor mi relato.
Algunas no han sido malas. En general no lo han sido. Figúrate más bien un imprevisto, un tropezón.
te dejo esto aquí y en mi casita amarilla por si no vuelves.
un abrazo
mirà còmo has resuelto el riesgo de la "flagrancia"! muy divertido, Fabiàn!
ResponderEliminarmuy pìcaro!
jajajaja.... bien resuelta la situación... mejor imposible! :D un abrazo!
ResponderEliminarA ti las musas te han inspirado.
ResponderEliminarAdolecer no es fácil y menos con el cuerpo, pero que bien le ha ido a esta chica.
jajaja
Un abrazo.
Eso es lo que tienen las mentiras, que hay que mantenerlas.
ResponderEliminarUn abrazo
Y a quien no ha pillado en alguna en esas edades... lo mejor es como nos ataca la imaginación en esos instantes ¿no?... ¡qué recuerdos!
ResponderEliminarBesos
jejje todo bien planeado para disimular!
ResponderEliminar=)
jejeje,que divertido y qué ingeniosa.
ResponderEliminarun abrazo
Lola
Que molesto salir de ese estado
ResponderEliminarjajajaja... que divertido y vaya creo que muchos lo han hecho de alguna forma alguna ves, o no?
ResponderEliminarMuy divertida y a la vez incomoda situación. Esas meditaciones interrumpidas dejan sus buenos sustos.
ResponderEliminarUn beso.
jeje...ya me iba poniendo yo to berraco con el bailecito. Y al final el Nirvana, jajajaja
ResponderEliminarIngeniosa y divertida historia.
Un abrazo
Jajaja Lo que hay que inventar para hacer fracasar al in fraganti ese.
ResponderEliminarUn abrazo!
¿hay alguien que no haya bailado desnudo a solas?.
ResponderEliminarUn beso.
A grandes males, grandes remedios. Creo que eso es lo que debió pensar a la velocidad del rayo la protagonista de tu historia. Pillada in fraganti pero con rapidez de reflejos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y los padres ¿qué pensarían? Debe ser más extraño encontrar a la hija en meditacion tibetana que bailando desnuda, no sé que decirte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sin duda nadie quiere que lo pesquen así. Pero pocos placeres habrá tan exquisitos y plenos:casi como volar.
ResponderEliminarMuy bien encarnada esa adolescente vivaz y vivaracha!!!
un fuerte abrazo
ja ja ja!! Hay que tener cuidado cuando uno necesita de esos momentos íntimos, la privacidad siempre primero!!
ResponderEliminarMuy bueno.
Besos
Bueno, te salvaste por los pelos, niña...
ResponderEliminarBuena idea la del buda, te aconsejo que pongas incienso también, eso se huele de lejos y no se acercará nadie para no desconcentrarte... eso sí, baja el volumen.
Beso.
Hay algo mas lindo que estar desnudo? NO lo creo! :D
ResponderEliminar