Paseaba
por Córdoba en una tarde calurosa y cordobesa, cuando al doblar una esquina, me
topé con unos ojos que pararon mi existencia. Fue un segundo sin tiempo. Nada
sucedía, solo la visión de esos ojos.
Eran almendrados, del
color de la miel, algo alegres, con el brillo ganado con los años de tradición
árabe, pero con la tristeza inherente a esas mujeres. Imagino que su
propietaria estaría detrás, pero fui incapaz de verla. Esos ojos, como una trampa
para los sentidos, me cautivaron. Creo incluso que los sonreí, aunque no
recuerdo si hubo respuesta por su parte.
Se me quedó grabada esa
mirada en la parte del corazón, donde se guardan las cosas imborrables.
Anoche mientras hablabas,
yo te miraba más que oírte, y pude ver la naturalidad de tus ojos, pude leer en
tu mirada. Vi qué parte de mí, había en ella.
Tus ojos delicados, serenos
y cálidos, tenían brillo de agua limpia, río profundo y claro. (Tu boca seguía
hablando) Tuve que pararte por un instante, ante tu asombro. Quería guardar esa
mirada en mi corazón…
Pero decidí vivirla.
Fabián Madrid
Más segundos eternos en
el blog de Cecy
Se trata de desafiar esa tendencia que tiene el universo al olvido. O vivir el presente.
ResponderEliminarQué bien que decidieras situar el relato en mi ciudad y con unos ojos de la mujer pintada por Romero de Torres como protagonista. Gracias.
ResponderEliminarTan solo una mirado
ResponderEliminartan solo un segundo
unos bellos ojos
una sonrisa
una eternidad
un beso
tan solo unos segundos...
A veces los ojos hablan con más verdad que las palabras. Me gusta la gente que mira a los ojos cuando habla.
ResponderEliminarQuería guardar esa mirada en mi corazón...pero decidí vivirla. Qué bien lo has dicho, tenemos la tendencia a pasar de puntillas por momentos intensos, no los disfrutamos plenamente. Es su recuerdo el que nos desvela su importancia.
Un beso.
Leonor
juliano el apostata dijo...
ResponderEliminarante tu texto, carmen, yo pienso y recapacito lo siguiente: ¿acaso tendemos a , en siendo conscientes de la eternidad de un momento, plasmar ese instante o a disfrutarlo?
sabes, no lo tengo claro. en más de una ocasión he dejado de lado el instante mágico para atraparlo en una foto. ello conlleva que dejo de disfrutarlo. ello conlleva que inconscientemente quiera atraparlo para disfrutarlo luego, en unos muchos luegos. y sabes, no no es así. creo que no se puede atrapar ese instante, que sólo existe como tal en el disfrute del momento...
medio beso.
7 de febrero de 2013 03:28
este es el comentario que acabo de hacerle a carmen...y es que es mismo que me sugiere tu texto. no es que sea un vago en el comentar, es que es lo que me sugiere y así lo plasmo.
medio beso, fabián.
Que precioso !!
ResponderEliminarY te comprendo perfectamente, a veces solo basta con una mirada para descubrir tantas emociones que te hacen vibrar.
Besos
Me quedo con la mirada que mira y se refleja. Ese instante donde se puede ver al otro y en el otro, porque también es donde uno se identifica, encuentra la identidad, en la mirada que devuelve.
ResponderEliminarLinda manera de atesorar un segundo, tan intenso para que se guarde eterno.
Gracias Fabían por acompañarme en estos segundos.
Un abrazo.
Eso es un segundo de eternidad, esos ojos, dueños de esa mirada que habla sin hablar y lo dice todo y se para el tiempo.Vive esa mirada y disfruta eternamente de ese segundo.Preciosa entrada. Un beso.
ResponderEliminar"pero decidí vivirla" ... Tu texto es todo un elogio a la mirada, a la mirada y esa vida interna que a través de los ojos asoma. Ellos saben de palabras, saben de sentir, saben decir -casi siempre- son transmisores de emociones, a veces, incluso más que lo que somos capaces de expresar al hablar. Por eso, tu frase final, propone toda la dicha del disfrute.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho!
Besos:
Gaby*
Hay miradas que nunca se olvidan. Bss.
ResponderEliminarMuy buena inspiración para un segundo que durará por siempre...¡gusto en conocerte Fabian! Volveré si me lo permites....
ResponderEliminarBueno, con ojos y miradas así, sobran las palabras. Bella descripción de un instante que yo tambien guardaría para mi.
ResponderEliminarBss.
Me gusto el relato, me quedo con esto "Queria guardar esa mirada en mi interior....pero decidi vivirla" Preciosa y acertada tu decision
ResponderEliminarBesos amigo.
Guardar cosas en ese rincón del corazón donde se queda para siempre lo imborrable es bello. Que esa mirada permanezca segura en ese lugar.
ResponderEliminarLogras que el sentimiento traspase las palabras, felicidades.
Un abrazo.
Lo primero que observo en una persona son sus ojos y según los vea atentos, cercanos, interesados o alegres así actúo. Si lo que siento es todo lo contrario, de algún modo inconsciente rechazo en parte a esa persona.
ResponderEliminarBonitas palabras de un amor verdadero :))
un abrazo
Una sola mirada basta para parar el tiempo en ese instante y eso es lo que sucedió contigo. Muy bien descrito ese momentos.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Fabián,
ResponderEliminarPrecioso texto. Me encanta la elección de de la mirada y los ojos como elemento de creación de ese segundo mágico en que todo se detiene... y se convierte en eterno. Cecy supo elegir bien el tema...
Impecable en todos los aspectos. ¡Felicidades!
Un abrazo
Hay extrañas sensaciones producidas por cosas que no asombran a los demás y a nosotros nos llenan de vida. Una mirada, una sonrisa, un roce, una percepción.
ResponderEliminarSi se quiere vivir el resto de la vida junto a esa sensación hay que arriesgarse, puede salir bien o mal; a mí me salió perfecto. Tuve suerte.
Un abrazo y un cafelito.
Mucho mejor vivirla, siempre!!
ResponderEliminarQué bonito relato, me ha gustado mucho!
Un beso.
No es la primera vez que lo menciono, pero no me canso de decirlo. Fué una mirada como la que describes, la que cambió mi vida hace muchos años. Aún tengo la suerte de contemplar esa mirada, a mi lado, todos los días. El segundo que duró fué determinante para mí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay miradas que te sacan del mundo. Lo he vivido.
ResponderEliminarUn abrazo!
El instante de eternidad encerrado en unos ojos, ventanas del alma abiertas de par en par en tu relato.
ResponderEliminarUn beso
Si, a veces solo hace falta un segundo, tal cual describes
ResponderEliminarUn abrazo
Fabian, nos topamos y no tuve conciencia...jajaja
ResponderEliminarEra broma, por aquello de que soy cordobesa, Me encanto la forma de relatar y los sentimientos que transmites.
Un beso
Sabes qué creo? que a veces más vale conservar ese detalle, ese segundo, como una joya, para que nunca pierda el brillo de los ideales.
ResponderEliminarSiempre me gusta leerte.
un abrazo
Hay miradas que pueden detener nuestro mundo, que prolongan un segundo haciendolo eternidad, esas miradas no se olvidan, dejan huella imborrable en nuestros pensamientos.
ResponderEliminarMuy romántico y bello tu jueves.
Un beso.
Es cierto que hay miradas, instantes que cautivan... y a los que, a veces, es difícil renunciar... había que vivirlo, si.
ResponderEliminarBesos
què suerte tener una mirada a la cual volver de los embrujos, Fabiàn.
ResponderEliminarme han parecido tan bonitas estas letras!
Como no...te lo comenté ,cuando tenia, que comentar..!!!. Te lo digo ahora... Unas palabras preciosas y unas sensaciones aun más... Lindas. Afortunada y admirada de conocerte,Fabián.. "Siempre ,mejor .....Vivirla.." Un beso
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